Éxodo Venezolano
Venezolanos en busca de mejor calidad de vida
Falta de empleo, inseguridad, inflación, corrupción,
impunidad, devaluaciones, escases, colapso del sistema de salud pública, estas
y otras más son las innumerables situaciones por las que actualmente y desde
hace ya varios años se vive en nuestro país.
Este clima de inestabilidad social ha llevado a los
venezolanos a ver en la emigración la solución a esta crisis que devasta el
país. Cada día muchos coterráneos se ven en la obligación de emprender nuevos
rumbos dejando atrás familias separadas, vacíos, sueños y toda la carga
emocional que esto le genera, con la esperanza de conseguir nuevas
oportunidades y mejorar la calidad de vida, corriendo diversos riesgos en su
travesía hacia un futuro mejor.
Para el año 2016 las cifras que se manejaban acerca de la
emigración fue de 1.5 millones de personas aproximadamente, según Iván de La
Vega, sociólogo de la Universidad Simón Bolívar, siendo las primeras opciones países
como Panamá, Brasil, Colombia, Perú, Chile, Argentina y algunos países europeos.
Ante esta situación, y como era de esperarse, la
migración de los venezolanos a llevado al límite de la tolerancia a sus
ciudadanos, al punto de promover marchas xenofóbicas y recolección de firmas
pidiendo la deportación.
Hay que reconocer que si bien han sido muchas las
personas con valores, principios, educación y que apuestan por el respeto al
prójimo, profesionales o no, han logrado hacerse un espacio entre la comunidad
de sus nuevos países de residencia, destacándose por su compromiso y buen
desempeño laboral en los distintos empleos en los que ejercen, también hay que
admitir que no todos piensan de la misma manera, existen los que sólo van a
otras tierras a delinquir arrastrando con sus malas acciones nuestro
gentilicio.
Por esta razón muchas instituciones gubernamentales de
otros países han manifestado su “incomodidad” con la presencia de venezolanos
en su territorio, así como las consecuencias que esto les está ocasionando
entre las que resaltan la delincuencia,
prostitución, economía informal, personas en situación de calle, etc.
Sin embargo, este fenómeno parece no detenerse, al menos
mientras no exista una propuesta por parte del gobierno donde se comprometa a
brindar oportunidades laborales con buenos salarios que cubra el alto costo de
la vida, asimismo, ejecute un plan de seguridad nacional que promueva la
disminución del índice delictivo y la inseguridad, y finalmente desarrolle un
plan sinérgico y mancomunado con el sector privado que propicie condiciones de
vida favorables para todos.
Mientras ese día llega, es necesario que aquellos que por
diferentes razones aún estamos aquí seamos conscientes de que no será una tarea
fácil el sacar a nuestro país adelante, que es una lucha constante, dura y
cuesta arriba, pero es la única opción que tenemos.
Si queremos un país mejor debemos empezar por cambiar
primero nuestra mentalidad y ampliar más nuestro sentido de responsabilidad,
respeto, pensar un poco más en el bien colectivo y en el futuro que sólo en lo
personal y momentáneo. Solo si logramos cambiar nuestros pensamientos podremos
cambiar nuestras acciones, nuestro presente y nuestro futuro… Más que esperar
que el otro haga, ¡hacer!
Y sí, es cierto
que resulta triste y deprimente saber que todas estas personas que hoy se van
de su país tengan que vivir situaciones negativas como las que viven, habiendo
nacido en una tierra tan hermosa, tan bendita como la nuestra y que en sus años
de gloria fue receptora de todo extranjero que viera en nuestro país
condiciones de vida favorables de surgimiento, fueron acogidas sin miramientos,
ni restricciones hoy tenga que ser víctima de rechazos, humillaciones y actos
xenofóbicos contra sus ciudadanos.
Ciudadanos del Medio Oriente en Venezuela
Universidad Católica "Cecilio Acosta"
Facultad de Ciencias de la Comunicación Social
asignatura: Ciberperiodismo